“Nuestras autoridades son las personas que tienen el deber de velar por la integridad y bienestar de cada poblador o centro poblado” Esta es la frase de la Municipalidad Distrital de San Luis de Cañete, que tiene como Alcaldesa a Delia Solórzano.
Del dicho al hecho hay mucho trecho, porque la alcaldesa no ha respetado el derecho a trabajar de Jesús Herrara, quien se estuvo desempeñando como responsable de la OMAPED de San Luis con mucha responsabilidad, dedicación y profesionalismo, a pesar de su discapacidad visual.
Jesús se ha ganado el respeto de la comunidad con discapacidad de San Luis, de sus familiares, de las instituciones públicas y privadas y de las diversas organizaciones de discapacidad de la Región Lima Provincias y de otras regiones del país que forman parte de su fortalecimiento de sus capacidades y aliados estratégicos para mejorar las condiciones de vida las 1288 personas con discapacidad de San Luis de Cañete; de acuerdo al CENSO 2017 del INEI.
En el hipotético caso que la Alcaldesa Delia Solórzano y sus funcionarios no conozca que el “Trabajo es un Derecho Humano” le informamos que la comunidad con discapacidad estamos protegidos por nuestra Constitución Política, la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas, la ley 29973 Ley General de las Personas con Discapacidad y el Decreto Legislativo 1468 que establece la protección de las personas con discapacidad en Emergencia Sanitaria por el COVID-19.
Todas estas normas deberían garantizar nuestro derecho a trabajar dignamente, legalmente y no estar amenazados permanentemente por las autoridades que no reconocen nuestra labor y lo peor que nos les interesa las consecuencias que genera su ilegal decisión en nuestro entorno familiar.
El caso de Jesús Herrera es el espejo de muchos trabajadores con discapacidad que han sido despedidos sin motivo alguno, no se les ha renovado su contrato o han dejado de girar sus recibos por honorarios.
Mantengo las esperanzas que Delia Solórzano como la primera autoridad política del Distrito de San Luis de Cañete, reconsidere contratar nuevamente a Jesús Herrera, de justo derecho, porque es un padre de familia que necesita su tranquilidad laboral para poder enfrentarse a esta crisis provocada por la pandemia del COVID-19